A.- CRUZ CON PALOMA PEWTER

Nuestro crucifijo nos recuerda que Jesús nos entregó su Espíritu Santo y nos unió en su Cuerpo místico.

Esto nos da la vida que fluye del Corazón traspasado de Cristo. Con él, nos invita a dar sentido a nuestras vidas y a completar con nuestras acciones lo que falta a sus sufrimientos en y por la Iglesia.

Incluso nos aconseja tomarnos unos minutos cada día para mirar un crucifijo y recordar que, aunque puede parecer un símbolo de derrota, en realidad es un signo de victoria gracias a Dios. Porque, con él, podemos convertir nuestras derrotas en sus victorias.